Randall Chavarría, alcalde de Puntarenas, muestra resentimiento hacia su partido Unidad Social Cristiana, por la actitud de sus compañeros durante el mal rato que vivió la semana pasada tras las pesquisas por una investigación sobre presunta malversación de fondos.
Incluso reconoció que cuando estaba en el calabozo, junto a los compañeros de celda, pensó en desistir a su postulación para la relección en las elecciones de febrero del próximo año.
“Todo el mundo te llama y todo el mundo te ofrece el apoyo, todos, pero no se nota en las manos el apoyo verdadero; uno no necesita apoyo de palabras, de una llamada de que estoy con vos, de qué injusticia; uno lo que necesita es apoyo efectivo en hechos y en eso me parece que me están debiendo”, lamentó el alcalde.
En ese sentido, hizo un llamado a la solidaridad para que cualquier alcalde, independientemente del partido que sea, tenga el trato justo y una mano amiga en momentos difíciles y no solamente una llamada.
“Es algo que debemos trabajar los partidos a lo interno y los alcaldes, es algo que la Asociación Nacional de Alcaldías e Intendencias debe trabajar, no estoy de acuerdo en la alcahuetería, pero tampoco en las injusticias y en eso debemos buscar un marco normativo o algo que nos proteja de las injusticias”, consideró.
Agregó que no se debe perder esa parte tan esencial, pues los alcaldes son seres humanos y se debe velar por que no se cometan injusticias con ninguno.
En ese sentido, cuestionó la forma en que llegaron a su casa, le quebraron las puertas, lo esposaron, lo tuvieron con los pantalones abajo, lo expusieron a una celda donde los otros reclusos hacían las necesidades al frente de él y a soportar malos olores, por una denuncia que apenas está iniciando investigación.
“Cómo es posible que exponga a eso a una persona que a lo último todavía no se sabe si van a ser culpables y lo hacen pasar por todo eso sin ninguna necesidad”, cuestionó.
